El presidente Barack Obama le pidió el martes al gobernante cubano Raúl Castro no temerle al pueblo cubano y permitirle que se exprese abiertamente y que participe en la elección democrática de sus autoridades.
“Le digo al presidente Castro que no tiene nada que temer de Estados Unidos, y no tiene nada que temer del pueblo cubano, que debería poder expresarse y votar en elecciones libres”, dijo Obama durante un discurso en el Teatro Nacional de La Habana, en el que Castro estaba presente.
“El futuro de Cuba tiene que estar en las manos del pueblo cubano”, declaró en español el mandatario en su mensaje, transmitido en vivo por la televisión cubana.
Obama hizo también varias referencias al exilio cubano, incluyendo menciones a Celia Cruz, Gloria Estefan y la Ermita de la Caridad, y destacó el “dolor de la dolorosa separación” de miles de familias en el sur de la Florida, así como su gran sentido de “patriotismo y orgullo”.
“Ellos aman a Cuba y por eso su pasión es tan grande. Para ellos (el tema de Cuba) no es sólo cuestión de política sino de familia”, dijo, al hacer un llamado a la reconciliación del pueblo como un elemento “fundamental para el futuro de los cubanos”.
Reiteró su llamado al Congreso de Estados Unidos para que levante el embargo comercial que está vigente contra Cuba desde hace más de medio siglo, pero advirtió que ese hecho, por sí solo, no sería suficiente si “no hay cambio” en la isla.
Declaró como derechos fundamentales que toda persona deber ser igual ante la ley, que todo niño deber ser alimentado y educado, que las personas deben poder profesar libremente su religión y que “los ciudadanos deben ser libres de hablar, de organizarse y de protestar incluso contra su gobierno”.
Dijo también que las personas deberían poder contratarse libremente con cualquier empleador sin intervención del gobierno y que el pueblo debería tener acceso a la internet para conectarse al mundo.
“El desarrollo sostenido depende del intercambio libre y abierto de las ideas”, señaló Obama. “De otra manera uno no puede alcanzar su verdadero potencial y la juventud pierde la esperanza”.
En su discurso de unos 25 minutos, hizo énfasis en el hecho de que “este no es sólo un proceso de normalización con el gobierno de Cuba, sino con el pueblo de Cuba”.
“Me han dicho que debía venir aquí a derribar algo, pero yo en cambio invito a los jóvenes cubanos a construir algo nuevo”, señaló Obama respecto a los llamados para que hiciera una demanda similar a la de Ronald Reagan a Miajil Gorbachov para que echara abajo el Muro de Berlín.
Destacó también el espíritu emprendedor de los cubanos, su enorme creatividad y su determinación y expresó su admiración por su capacidad “para que esos autos sigan corriendo”, en referencia a los automóviles de los años 50 que todavía circulan por la isla.
“El cubano inventa del aire”, dijo Obama en español al hablar de la importancia de la empresa privada para el desarrollo, no sólo del individuo sino de la sociedad.
