Ante los gritos de “libertad, libertad” de los familiares de presos políticos, el diputado oficialista Diosdado Cabello perdió por completo el control durante lo que fue su primera intervención en la nueva Asamblea Nacional, en manos de la oposición venezolana.
Cabello no logró ocultar la cólera que le producía no tener la autoridad que alguna vez tuvo en el Parlamento, de la cual abusó ridiculizando al resto de los diputados. Y entre más subía el tono de voz, mayor fue el golpe que lo llevó a la realidad.
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