Los ojos del mundo están puestos sobre Venezuela por diversas razones. Y a la mirada de la Organización No Gubernamental Crisis Group, dirigida a la resolución y prevención de conflictos armados internacionales, la crisis pone al país al borde del abismo.
En un alerta a través de su página web, Crisis Group analiza todo lo ocurrido en Venezuela desde que la Mesa de la Unidad Democrática se alzara como mayoría en las elecciones del 6 de diciembre. Consideran que luego de ese escenario, el Gobierno del presidente Nicolás Maduro, debió alentar una postura más conciliadora.
La posible lucha de poderes está sobre el tapete: la “rebelión” del Jefe de Estado frente a las decisiones de la AN, la postura del Tribunal Supremo de Justicia ante la autonomía de otro poder como el Legislativo y las anunciaciones del Parlamento de destituir a varios de los magistrados, así como de buscar vías constitucionales para salir del Gobierno, son los puntos que llevaron a Crisis Group a hacer la afirmación de “Venezuela al borde del abismo”.
“La crisis podría considerarse puramente política si no fuera por la nefasta situación económica y social de Venezuela. Hay una grave escasez de alimentos, medicamentos y otros suministros vitales, incluidos los necesarios para hacer frente al virus del Zika, que llegó recientemente a América Latina y el Caribe y se está propagando rápidamente, y supone una grave amenaza, en particular para los bebés nonatos”, reza parte de la alerta emitida por la ONG.
Como fórmula para lo que consideran en Crisis Group como un “enfrento constitucional que amenaza con agravar los demás problemas en el país y desencadenar la violencia en las calles”, consideran necesario que los países vecinos de Venezuela y la comunidad en general actúen, bien para evitar la violencia y para proporcionar ayuda humanitaria que contribuya a solventar la escasez y el desabastecimiento de medicinas y alimentos.
“Ha llegado el momento de que las organizaciones regionales y la comunidad internacional en general actúen. La Carta Democrática Interamericana autoriza a la OEA a responder en caso de “una alteración del orden constitucional que afecte gravemente el orden democrático en un Estado Miembro”, se lee en el texto emitido por la ONG internacional.
