Gilberto Gudiño, director de Consecomercio, informó que en 2015 cerraron 58.000 empresas, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas. “El país se está quedando sin empresas”. Las cifras son poco alentadoras y no hay expectativas de mejoras a corto plazo. Añadió que el sector se contrajo 11,8% de acuerdo con el Banco Central de Venezuela, a lo que se suma que el consumo cayó 9,2%. “La situación es muy delicada con tendencia a empeorar en los próximos días”, alertó. “El comercio formal está agonizando”.
En referencia a la creación de la Corporación Nacional Productiva y del Sistema Empresarial Socialista, anunciada el martes por el presidente Nicolás Maduro, la presidente de Consecomercio, Cipriana Ramos, dijo que con la creación de nuevas corporaciones estatales no se soluciona la severa crisis de desabastecimiento de alimentos y medicinas. “Vemos que hay más de 200 empresas del gobierno que se deben encargar de eso y no lo han hecho. El problema radica en que falta producción nacional”. Con poner las fábricas en mano de los obreros como dijo Maduro, tampoco se resuelve, afirmó. “Esta semana dos fábricas productoras de café en manos del Estado cerraron puertas. Nunca fueron productivas”.
Lo principal, consideró, es que el gobierno entienda que debe liquidar las divisas para poder contar con materias primas y reactivar la productividad y las ventas.
Recordó que en Venezuela los comercios no tienen inventarios, sino que se rotan permanentemente los productos. Explicó que esto sucede por la Ley de Precios Justos, el alto costo de la vida y porque no hay confianza en el abastecimiento, lo que implica que lo que llega al anaquel sale al poco tiempo.
Precisó que la actividad portuaria es prácticamente inexistente y que en lo que va de año las importaciones han descendido 90%.
La empresaria declaró que se ha reducido el consumo de alimentos en el país porque no se consiguen y que hay más gente en las colas de los supermercados que las que están en las paradas de los autobuses para ir a trabajar.
Cierre técnico. José Gorrín, presidente de la Asociación de Comerciantes de Catia, indicó que de 350 comercios afiliados al gremio solo quedan 100 operativos. “Estamos prácticamente en un cierre técnico”, aseveró.
Dijo que los comercios están casi paralizados. Contó que apenas sobreviven porque no hay mercancía que vender. “La escasez llega a 98% y estamos a la espera de ver qué sucede a corto plazo”.
Todos los días tienen que pagar un nuevo impuesto o una multa, también son fiscalizados frecuentemente. Gorrín aseguró que las ventas han bajado 80% y no pueden planificar a futuro porque, a su juicio, sería irreal. Recortaron el horario a seis horas de trabajo y ya no atienden al público los fines de semana.