“Hoy, martes de Carnaval de 2016, quiero ampliar mi actividad directa en las redes sociales y a partir de hoy les escribiré desde mi cuenta de Facebook.” Varios días de silencio presidencial precedieron a la irrupción “de los pensamientos y de las actividades políticas” de Nicolás Maduro en la red social creada por Mark Zuckerberg, todo un éxito según los medios chavistas: en sólo 48 horas, el “hijo de Chávez” cosechó casi 170.000 de los tan codiciados “likes”. Incluso destacaron con alborozo que Maduro había alcanzado el límite de solicitudes de amistad permitido en una sola jornada.
Lo que no imaginaban los asesores del presidente es que su muro iba a convertirse en el de los lamentos venezolanos, el espejo digital de un país que sufre una monumental crisis económica y social.
El presidente debutó informando a Venezuela sobre su reunión con el gabinete económico, sin especificar cuándo tomará las medidas tan esperadas. Pero tras la presentación pública, lo que llegó fue un vendaval de súplicas y lamentos.
