El presidente de la Asociación Bancaria de Venezuela, Arístides Maza, aplaudió los cambios «necesarios» anunciados hoy por el Ejecutivo en el sistema cambiario del país que, a su juicio, conducen a la salida del control de cambio que rige hace más de una década.
«Cerrar el viejo capítulo en materia cambiaria era bien importante y necesario para el país y para la economía nacional», dijo Maza a la emisora local Unión Radio.
Los comentarios de Maza fueron hechos minutos después de que el vicepresidente económico, Miguel Pérez Abad, ofreciera más detalles del nuevo sistema dual que pretende «romper» con el engorroso sistema antiguo que funcionaba con hasta cuatro tasas distintas.
«Abrir esta nueva etapa de un cambio dual es iniciar en la dirección correcta», dijo el presidente del gremio bancario que confía en que los nuevos mecanismos sean «el inicio para establecer, en el mediano plazo, un cambio único que es lo que el país realmente necesitaría».
Los detalles del nuevo sistema cambiario fueron anunciados por Pérez Abad, e incluyeron concreciones sobre un primer tipo de cambio «protegido» con una tasa de 10 bolívares por dólar, y una tasa flotante que arrancará en 206 bolívares por dólar.
La primera tasa denominada Dipro, la mas baja del mercado, está dirigida a los sectores prioritarios del país, principalmente de alimentos, medicinas y materia prima para su producción.
La segunda tasa incluye todo lo que no sea considerado prioritario, como por ejemplo las divisas para los venezolanos que deseen viajar al exterior, que con el nuevo sistema han sufrido un aumento de un 1.500 %.
De esta manera, los venezolanos que anteriormente requerían de 39.000 bolívares para adquirir 3.000 dólares (el monto máximo permitido para viajar en un año), ahora requieren de aproximadamente 618.000 bolívares, lo que supone una reducción sustancial en el subsidio que venía otorgando el Estado.
El nuevo sistema cambiario que, según el responsable económico fue diseñado por el presidente venezolano, Nicolás Maduro, busca ser «un sistema de captación, de inversión y administración de divisas» con la facultad de «generar flujo de capital».
El sistema ha sido puesto en marcha en un momento en el que el país enfrenta una dura crisis económica, exacerbada principalmente por la caída de los precios del petróleo, que ha mermado hasta en un 70 % los ingresos de la nación petrolera.