La opción inmediata para quienes necesiten con urgencia los fármacos es conseguirlas por intercambio, compras on line o a través de farmacias de países como Colombia, Ecuador, Panamá y Estados Unidos son los países mas frecuentados
Ante la grave crisis de escasez de medicinas que vive el país, los venezolanos han tenido que ingeniarserlas para adquirilas. Ahora es común ver anuncios en las redes sociales haciendo “trueques” o ventas de medicamentos, otros optan por comprarlos en farmacias de los países como Colombia, Panamá Ecuador y Estados Unidos.
“Si alguien sabe dónde podemos conseguir Prednisona 5 miligramos se los agradeceré en el alma. Mi tía (mi segunda madre) depende de esa medicina para vivir. No encontramos y sí que hemos buscado. Agotado es la respuesta. Tomó una pastilla (que es de consumo para mascotas), por tener algunos componentes parecidos. Esta tarde tiene fiebre. La medida desesperada trajo más problemas de salud“, aparece en el muro de una zuliana, usuaria de Facebook.
Desde hace varios años las farmacias del Instituto Venezolano Seguro Social (IVSS) registran fallas en el suministro de ese medicamento para tratar enfermedades crónicas. También los laboratorios han mermado la producción fármacos por falta de liquidez de divisas.
La opción inmediata para quienes necesitan con urgencia las medicinas es tratar de conseguirlos por intercambio o compras on line o adquirirlas en el exterior. Esta última opción es el caso, María Marval, paciente con Miastenia Gravis diagnosticada y con una dosis diaria de prednisona que varía de 50 a 20 miligramos.
“Hace un año viajé a Ecuador y compré una caja que traía 20 pastillas y me costó 50 dólares, pero mi cuñado el mes pasado me envió otra cajita desde Bogotá que le salió en 160 mil pesos aproximadamente. La última vez que la conseguí por casualidad y bendición de Dios, fue a principios de este año. Una amiga me avisó que tenían en una farmacia de Ciudad Ojeda y apenas llegué se agotó por fortuna pude comprar una a tan solo 25 bolívares”, dijo con indignación Marval.
La paciente, explica que “para mantenernos saludables es necesario cumplir a cabalidad con el tratamiento y esta situación que estamos viviendo es muy delicada y también costosa”.
Otro de los innumerables casos donde la salud de las personas está en peligro por la crisis humanitaria que atraviesa el país, lo vive, la señora Elena Toro, de 73 años, quien reside en Cabimas y es cardiópata. Gracias a Dios mi hija llegó de Panamá hace un mes y me trajo una caja de 100 pastillas de APO-ISDN (Dinitrato de isosorbide). Aquí me cuesta 570 bolívares pero no se consigue, allá tiene un precio de12 dólares”, dijo.
“Mi mamá es una persona diabética, hipertensa y sufrió un accidente cerebro vascular hace menos de un año. Ella tiene un riguroso tratamiento que si no me enviaran los medicamentos desde Colombia, su salud estuviese comprometida”, advirtió con molestia otra zuliana Lucía González.
La lista de medicamentos buscados por González son: Lovarsantan potasico 100 mg y norvasc 10 mg para la hipertensión, Atorvastatina 40 mg para el colesterol, Plavix 75 mg para inhibir la formación de coágulos, Janumet 850/50 mg para la glicemia, Sinogan 25 mg para el trastorno del sueño, Clonac 0,5 mg para las convulsiones. Anteriormente usaba Exforge 160 mg y Aprovel de 150 mg para la hipertensión pero médico se los quitó porque tampoco se consiguen
Rodriguez resaltó que en lo que va de año no ha podido encontrar Janumet 850/50 milígramos en más de 30 farmacias del Zulia. Tampoco se consigue “Me ha tocado ir a Ciudad Ojeda, Cabimas y Maracaibo pero no he tenido suerte, esto es misión imposible”.
En Barranquilla y Maicao el Janumet de 50 pastillas cuesta 50 mil pesos, eso equivale aproximadamente 16,5 dólares mientras que en Venezuela el precio no supera los 1500. Por su parte, el Sinogan se consigue el 27 mil pesos.
Un vendedor de la droguería, ubicada en la calle 72 con carrera 58 del barrio El Prado, explica que diariamente al menos tres venezolanos visitan el local colombiano preguntando por medicinas.
“Usualmente llegan desesperados con una larga lista preguntando por los precios y la forma de enviarlos a Venezuela. Generalmente lo hacen con personas que viajan por las trochas de Paraguipoa”, dijo el joven.
En el estado Portuguesa, a Hilda Meléndez de 79 años, hace dos meses requirió combatir la infección en la orina con Urodantina, y a pesar que su precio al público es de 195 bolívares no pudo encontrarla en ninguna de las farmacias de los llanos, una nieta se la trajo de Ecuador.
“Por casualidad me tocó viajar a Quito el 25 de enero y allá la conseguí en seis dólares. También aproveché para comprar otras medicinas como Ácido fólico, Silocaina y Triluma, que por esta crisis que vivimos es difícil conseguirlas aquí”, dijo Elena Falcón.
En el caso de Estados Unidos, un trabajo publicado por el portal de noticias BBC Mundo, destacó cómo se las ingenian los venezolanos sin recetas para la compra y envio de medicinas al país.
La cadena de farmacias Locatel en el sur de Florida recibe un promedio de 20 recetas médicas desde Venezuela.
“Estamos absolutamente sumergidos en llamadas desde Venezuela”, explicó Walter Cohen, gerente general del grupo, a la BBC Mundo, por esa razón
Los pacientes están dispuestos a pagar en dólares y esperar entre una y tres semanas por el envío porque de acuerdo a cifras de la Federación Farmacéutica, la escasez de medicamentos alcanza el 85%.
“Desde ampolletas para quimioterapia hasta suplementos alimenticios y pañales para adultos, las solicitudes son variadas y cada vez más frecuentes”.
Algunos contratiempos que sufren los clientes en USA es la aceptación de las fórmulas de otros países para adquirir los productos. Algunas cadenas como CVS y Wallgreens, prefieren abstenerse de hacerlo.
La Asamblea Nacional, declaró el 27 de enero una “crisis humanitaria de salud” por los problemas que atraviesa el sistema sanitario del país.
“El farmacéutico sabe que su licencia está en juego si llega a equivocarse al procesar una receta de otro país”, le explicó a BBC Mundo Freddy Abreu, uno de los socios de la farmacia Pharm Aid, que en apenas tres meses desde su apertura en la ciudad de Pembroke Pines (Florida), ya recibe decenas de llamadas diarias de venezolanos.
“Nos ha pasado que llaman venezolanos pidiendo 300 pastillas de antibióticos, cuando eso no se justifica porque un tratamiento dura en promedio unos 12 días”, dice Marilyn Sánchez, gerente de Locatel en Miami. Es por ello, y por cumplir con la estricta legislación del Estado, que las prescripciones deben cumplir con una serie de requisitos y no pueden incluir sustancias controladas, como somníferos, ansiolíticos o psicotrópicos”, describe la publicación de BBC Mundo.
Para la zuliana Carolina Cárdenas, quien omitió su verdadera identidad porque está en su proceso legal de residencia, explicó vía telefónica desde el sur de Florida, “en USA es complicado comprar los medicamentos sin récipes, generalmente tienes que ir a un médico para que te den la orden. También por los altos costos es difícil el envío a Venezuela”.
“Hice contactos con Locatel preguntando sobre una lista de fármacos y formas de traslado Maracaibo y cuando recibí la respuesta a través de un correo decidí buscar otra opción porque los precios son muy onerosos y solo los envían hasta Caracas. Quizás desde Colombia sea más fácil enviárselas por la proximidad que tiene con el Zulia”, dijo con tristeza e impotencia.
La lista de casos de afectados por la crisis humanitaria en Venezuela es incuantificable.
“Es un problema que nos afecta a todos incluyendo los que estamos en el exterior-pero indudablemente más a las personas vulnerables, niños y ancianos que están en país. Ojalá se logre una solución a esta situación”, expresó con nostalgia la marabina.
