La Policía Federal de Brasil lanzó el viernes la fase 24 de la Operación Lava Jato, que incluye acciones en domicilios del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, en Sao Bernardo do Campo, y de su hijo Fábio Luíz Lula da Silva, conocido como Lulinha, en el barrio de Moema, Sao Paulo, publica el portal Brasil247.
Agentes policiales también fueron desplegados en la sede del Instituto Lula, en el barrio de Ipiranga, zona sur de la ciudad de Sao Paulo, y en empresas alcanzadas por el Lava Jato.
Órdenes judiciales son cumplidas en las localidades de Atibaia y Guarujá, donde se localizan inmuebles adjudicadas a Lula, que el ex presidente ha negado reiteradamente que sean de su propiedad.
Lula fue conducido a prestar declaración pero no será detenido, al menos en lo inmediato. También es blanco de la operación Paulo Okamotto, presidente del Instituto Lula.
La operación fue bautizada “Aletheia”, en referencia a la expresión griega que significa en “búsqueda de la verdad”.
En total, unos 200 agentes federales y 30 auditores fiscales cumlen 44 órdenes judiciales, que incluyen incautaciones y obligación para declarar en Rio de Janeiro, Sao Paulo y Bahia.
Los policías llegaron al edificio donde vive Lula en Sao Bernardo do Campo a las 6 de la mañana. También participan del operativo inspectores de la Receita Federal, el ente impositivo de Brasil.
Legisladores “lulistas” se dirigen a la sede de la Policía Federal en Sao Paulo donde Lula debe declarar para expresar solidaridad con ex mandatario. El diputado Carlos Zarattini, del Partido de los Trabajadores (PT), dijo que Lula estaba siendo víctima de “persecución política”.
La investigación busca establecer si Lula recibió ventajas indebidas de empresas acusadas en el Lava Jato, que destapó una red de corruptelas en torno a la petrolera estatal Petrobras.
La agencia EFE destacó que este jueves, la situación se Lula pareció agravarse, cuando fue difundida la declaración de un delator del caso Petrobras, el cual aseguró que el exmandatario “ordenó” sobornar a algunos de los detenidos a cambio de su silencio y de que no colaborasen con la justicia.
La operación se enmarca en las investigaciones de corrupción en la estatal Petrobras y fue ordenada por el juez federal Sergio Moro, que está a cargo de las averiguaciones sobre una red que se apropió ilegalmente de unos 2.000 millones de dólares de las arcas de la petrolera.
Según confirmó la Policía Federal, los agentes iniciaron las indagaciones a las 06.00 hora local (10.00 GMT), cuando se presentaron en la residencia de Lula en la ciudad de Sao Bernardo do Campo, en la periferia de Sao Paulo.
También fueron allanados la sede del Instituto Lula, que dirige el expresidente; una finca de la localidad paulista de Atibaia y un apartamento en el balneario de Guarujá, entre otros lugares.
En esos dos últimos casos, las autoridades sospechan que esas propiedades pertenecen en realidad a Lula, aunque figuran a nombre de otras personas allegadas al exmandatario.
Las autoridades judiciales, que investigan a Lula por sospechas de “ocultación de patrimonio” y “lavado de dinero”, han manifestado que hoy mismo ofrecerán detalles sobre la operación en torno al expresidente y su familia en una rueda de prensa.