Durante la presentación del Informe de Mapeo de Prevención de Homicidios en América Latina y el Caribe, la fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, afirmó que la violencia desbordada en el país es producto de la proliferación de los “antivalores” que atentan contra la convivencia pacífica.
La máxima autoridad de la institución se refirió a los resultados de dicho estudio elaborado bajo los criterios establecidos en el Protocolo de Bogotá y, en el evento de presentación, manifestó su preocupación por el aumento de la violencia en el país.
Ortega Díaz destacó que los múltiples efectos sociales, políticos y económicos de este flagelo son la erosión del capital humano, el debilitamiento de la legitimidad del Estado, el poco incentivo de las inversiones públicas y el deterioro de la calidad de vida. Pero no se refirió en ningún momento a la grave impunidad en el país como causa principal de todos los delitos.
“El primer aspecto que debe existir para un programa de prevención de homicidios que sea exitoso es la voluntad política de los actores”, sostuvo.
Afirmó que la disminución de los homicidios será posible con el fortalecimiento del sistema de justicia penal, la depuración de los cuerpos de seguridad del Estado, el uso de la fuerza policial para capturar a los responsables de los hechos punibles, la recuperación de espacios públicos para el esparcimiento y la realización de actividades deportivas y culturales.
