Rafael Esteban Serrano, de 30 años, y su hijo de 11, fueron asesinados la noche del viernes en Pinto Salinas.
Smith Siolo, de 21 años, y un adolescente, de 16, también fueron asesinados a tiros, pero la noche del jueves en el sector El Rosario de Las Minas de Baruta. Los cuatro cadáveres de estos dobles homicidios forman parte de los 164 cuerpos que han sido registrados en la morgue de Bello Monte, hasta el mediodía de ayer. La cifra fue ofrecida de forma extraoficial por funcionarios del Cicpc.
Caso Pinto Salinas
Familiares de Rafael Esteban explicaron la mañana de ayer, en las afueras de la morgue, que ambos fueron atacados a tiros por sujetos desconocidos. No saben la causa del hecho.
Lo cierto es que primero le dispararon a Rafael Esteban frente a su casa, ubicada en la vereda 5 del barrio, y después atacaron al niño cuando salió a ver. El jovencito estaba cocinándose una arepa a eso de las nueve de la noche y escuchó unos tiros. Salió a ver porque sabía que su papá estaba afuera de la casa, y en ese momento le dispararon a él en la cabeza. Los pistoleros huyeron caminando, según relataron testigos.
La madre del niño estaba en otra vereda visitando a una hermana. Salió corriendo y observó cuando sacaban cargado a su hijo ensangrentado.
“Lo llevamos al CDI de la zona y a Rafael Esteban directo al hospital Clínico Universitario. No sabemos porqué pasó todo esto”, dijeron los deudos.
Estos dos cadáveres fueron parte de los 41 que contabilizaron entre la tarde del viernes y el mediodía de ayer en la morgue de Bello Monte.
Caso Las Minas de Baruta
Los familiares de Smith Siolo y del adolescente aseguraron que los responsables del doble homicidio fueron funcionarios de la policía de Baruta.
Explicaron que dos efectivos llegaron en una moto particular al sector El Rosario y le dispararon al adolescente primero. Cuatro impactos de bala le segaron la vida
Luego atacaron a Smith cuando intentaba huir. Ambos jóvenes estaban en la calle principal del sector conversando con otros familiares y amigos.
Los deudos dijeron que los muchachos eran tranquilos y no tenían problemas con nadie.