Transcurría septiembre de 2015 y Jackeline Farías se jactaba desde El Mamón, en Macarao, que la comida que el gobierno vendía “subía al cerro” y por lo tanto sus habitantes no tenían que bajar a buscarlos. “Aquí la gente con su bolsita compra y va para su casa, esa es la revolución, eso es lo que nuestro presidente Maduro ha ordenado. Así que vamos a disfrutar de esta cola sabrosa para el vivir viviendo“. Claro, eso era antes de las elecciones. Apenas 5 meses después,el soberano baja desesperado en busca de la comida que no sube cerro. En las fotos de hoy a las 10:30 am lo tenemos en una enorme cola, que se formó desde la madrugada en un supermercado en una urbanización del este de Caracas, con gente triste con niños de pecho, esperando apenas que aparezca aceite, o harina, o jabón, o leche o todo aquello que el marxismo rojo acabó en el país. ¿Sabrosas? ¿Para vivir viviendo? (lapatilla.com)
La Sra Farías y sus colas sabrosas