El coordinador general a nivel nacional del partido Progreso, Santiago Rodríguez, alertó sobre la crisis que supone para los municipios del país, la paralización y/o cierre de Empresas Polar, pues se tratan de cientos de sucursales que también dejarán de generar recursos para las ciudades.
Rodríguez indicó que cuando una empresa como Polar, responsable del 40% de los alimentos que se producen en Venezuela, además de otros rubros como untables, bebidas, entre otros, paraliza sus actividades económicas es un duro golpe a la economía nacional, regional y municipal, generando por ejemplo en el municipio Valencia una merma muy importante en los recursos propios. “Esta situación se repite en otros municipios como San Joaquín de Carabobo, Santiago Mariño en Aragua, y muy especialmente en Valencia, que bajarán notablemente sus recaudaciones de producirse el cierre o paralización definitiva de Empresas Polar, y todas las actividades conexas que eso conlleva”.
Indicó que las ciudades como ejes de desarrollo del país, se han visto seriamente afectadas por todas las medidas erradas que ha tomado el Ejecutivo Nacional en los últimos años y que han ocasionado una caída enorme en la economía en todos los aspectos. “La productividad en Venezuela no llega ni al 20% de la capacidad instalada, eso sumado a la baja de los precios del petróleo, nos encontramos con municipios que no tienen ni para pagar sus nóminas, y otros a punto de quebrar, eso se traduce en malos servicios a las comunidades”.
Cree que si el gobierno nacional no corrige el modelo actual, y abre canales de entendimiento, pronto podría producirse un estallido social, ya que se hace cuesta arriba para la familia venezolana adquirir hasta los productos más básicos para su alimentación diaria. “El Ejecutivo ha llevado Venezuela a un escenario de ingobernabilidad cerrando canales pacíficos y democráticos, mediante el Tribunal Supremo de Justicia, Consejo Nacional Electoral o cualquier otro ente público para evitar la alterabilidad de Gobiernos, eso es muy peligroso”. Así lo reseña La Patilla.
Lamentó que actualmente un venezolano promedio solo le alcance el sueldo para un kilo de queso, dos pollos y unas pocas harinas, convirtiéndose en una verdadera odisea rendir el dinero durante todo un mes. “El sueldo se ha vuelto sal y agua, la mayoría debe comprar productos a los llamados bachaqueros que venden cada rubro a un valor por encima del salario diario, o dedicarse a la reventa para sortear la inflación y pasar horas en colas cazando los precios regulados, esa situación no es sostenible”.