Para la fecha en la que ocurrió la desaparición de 28 personas en el fundo Atenas, la grama (gramo) de oro se cotizaba en 30.000 bolívares
En las calles de Tumeremo se habla, se comercia y se vive del oro. Todos los habitantes del pueblo perteneciente al municipio Sifontes, del estado Bolívar, están vinculados de una forma u otra con la minería.
¿En cuánto está la grama de oro? Es una pregunta a la cual todos parecen saber la respuesta, debido a que los habitantes se mantienen atentos al precio para comercializar su trabajo diario.
Hombres, mujeres y hasta niños se van desde muy temprano a las minas para intentar conseguir el metal precioso, bien sea extrayéndolo de la tierra o recibiéndolo como pago por servicios de cocina, limpieza o prostitución.
Para la fecha en la que ocurrió la desaparición de 28 personas en el fundo Atenas, la grama (gramo) de oro se cotizaba en 30.000 bolívares. De acuerdo con el relato de mineros locales, en un buen día se pueden obtener hasta cinco gramas o más.
Esto equivale a 150.000 bolívares diarios por minero, una cifra que supera ampliamente el salario mínimo ubicado en 11.578,80. En el caso de quienes ejercen un trabajo distinto en las minas, reciben un pago que varía entre dos o tres gramas.
Aunque parezca un monto suficiente para ahorrar varios días de trabajo y vivir durante un tiempo sin necesidad de volver a las minas, los habitantes de Tumeremo dan fe de que la vida en el pueblo es muy cara, por lo cual el dinero obtenido se diluye rápidamente.
¿En qué se gastan el oro?
Erick Leiva, presidente de la Cámara de Comercio de Sifontes, explicó que 65% de la población de Tumeremo es asalariada, sin embargo ese sector también se ve obligado a ejercer eventualmente trabajos en las minas. Educadores, administradores, enfermeras, entre otros profesionales, dejan sus puestos de trabajo fijos para generar ingresos superiores con trabajos manuales.
Aunque «la fiebre del oro» -como la denominan muchos en Bolívar- sea la base de la economía en Tumeremo, sus habitantes no viven de una forma ostentosa ni con lujos. Uno de los tres pueblos del municipio Sifontes es un lugar pobre, con carencias en los servicios, escasez de productos básicos y un flujo de dinero constantes. Los mineros gastan en pocas horas el trabajo de un día.
Un desayuno normal en cualquier comercio formal o informal supera los 1.500 bolívares. El precio de una empanada oscila entre 350 y 550 bolívares, al igual que los jugos, bebidas y hasta el agua, cuyo litro se expende a 400 bolívares.
Los licores también forman parte del gasto habitual de los tumeremenses. Una caja de cervezas que en la capital del país tiene un costo de 3.000 bolívares, puede adquirirse en Tumeremo por 7.000.
Para obtener productos básicos como harina de maíz precocido, café, arroz o pasta se trasladan hasta el 88 o El Dorado, donde consiguen “de todo», pero cancelan hasta cinco veces su precio habitual.