Este lunes se cumplieron 28 años de aquel 27 de febrero de 1989, fecha en la que cientos de venezolanos salieron inicialmente a las calles de Guarenas, y luego en el resto del país, para protestar contra las medidas económicas impuestas por el Gobierno del presidente Carlos Andrés Pérez. Las manifestaciones se prologaron hasta el 8 de marzo de ese mismo año.
La situación empeoró cuando efectivos de la Policía Metropolitana, el Ejército y la Guardia Nacional, salieron a las calles a controlar el orden público en medio de un decreto de suspensión de garantías. Aunque las cifras oficiales contabilizan 276 muertos y numerosos heridos, algunos reportes extraoficiales hablan de más de 300 personas fallecidas y 3000 desaparecidas.
Durante varios días la ciudad de Caracas vivió sumida en el caos, las restricciones, la escasez de alimentos, la militarización, los allanamientos, la persecución política y el asesinato de personas inocentes. En diversas zonas de la capital de la República hubo saqueos y algunos autobuses fueron quemados.
Pese a la represión, la violencia se expandió en La Guaira, Maracay, Valencia, Barquisimeto, Mérida, Maracaibo, San Cristóbal, Puerto La Cruz, Cumaná, Anaco, Barinas y Ciudad Guayana. Se estima que fueron saqueadas 900 bodegas, 131 abastos, 95 ferreterías, 62 papelerías y 850 negocios de mercancía en general.