Venezuela atraviesa la peor crisis económica de su historia. Ante esto, muchas personas se han visto en la necesidad de buscar “sobras” y todo aquello que desechan los comerciantes en los mercados populares. Todo esto con la finalidad de poder llevar la comida a su familia.
Con un gobierno que aniquiló la producción nacional con importaciones desmedidas y un pueblo venezolano golpeado por la alta inflación y el alto costo de la vida, muchos se han visto en la necesidad desde hace unos meses, de conseguir alimento en la basura y las sobras de los mercados populares. Algo que era inimaginable en la tierra del libertador, esa tierra con tantas riquezas y oportunidades para todos.
De albañil a buscar comida en la basura
Al llegar al mercado de Quinta Crespo y entrar al estacionamiento pasando un personal de vigilancia interna, la primera imagen que se tiene es la de unas personas buscando en la basura cualquier alimento en condiciones optimas, puede ser verdura, carne o pollo, lo que sea comestible. Las personas que estaban comprando caminaban al lado de esa imagen y se sorprendían, dos Guardias Nacionales presenciaban el espectáculo, no sé si cuestionando sus ideales o pensando que era una creación de la derecha.
Paso de largo esa imagen y no me arriesgo a filmar esa escena con la presencia de la GN, una cámara y un periodista es más peligroso que un ejército armado para los gobiernos en crisis.
Una vez adentro, conozco a César Valera, un hombre que tiene esposa y seis hijos, de profesión albañil y muy optimista.
Camina con una bolsa en el brazo que tiene inmóvil gracias a una parálisis que sufrió, en su espalda carga un bolso que va llenando del alimento que consiga. Junto a él camina su hijo, un joven de aproximadamente 14 años que lo acompaña en la faena para llevar la comida a la mesa de su hogar.
Cesar explica que es primera vez en su vida que tiene que buscar comida del piso y de sobras de mercado, asegura que antes vivía mejor y lo que ganaba como albañil le alcanzaba para mantener a su familiar y hacer mercado, ahora no.
No le gusta hacerlo pero no tiene otra salida, con lo que lleva a la cosa hace sopa y muchas veces no le alcanza para alimentar a toda la familia. Cesar dice como muchos, “antes no se veía esto, se vivía mejor”.
Realidades que no se pueden ocultar
Mientras hablaba con César Valera, de fondo escuchaba a las personas decir cosas como “esto no se veía antes”, “ojalá muestren esta realidad”, “Venezuela tiene hambre y la gente se pelea por comida”, esas cosas que antes se daba por sentado y solo se veía en películas o documentales acerca de otras naciones
Antes de retirarme se me acercó una señora mayor, se llama Sonia Díaz, en su casa viven 8 personas y también recoge alimento en el mercado de Quinta Crespo. Ella tiene 2 meses y lo hace por su familia, relató que muchas veces de un solo plato comen 8 personas en su casa, en otras oportunidades se acuestan con un vaso de agua en el estomago.
Hora de irse del mercado
Luego de escuchar ese testimonio me tuve que ir del mercado, ya se sentía la tensión de algunas personas, muchos que se avergüenzan de lo que hacen, otros porque piensan que se está desestabilizando un país mostrando una realidad y la dura crisis que atraviesan los venezolanos.
No sé si esto es una revolución, no sé si esto debe ocurrir antes de que un país alcance la grandeza y comience a ser prospero, no sé si Venezuela se merece esto… Pero estoy seguro que Venezuela duele, duele mucho verla así. Reseña La patilla.