Por efectos de la crisis económica que se vive en el país, en humildes hogares valencianos se presentan situaciones que en otros tiempos no hubieran ocurrido. Los casos son atendidos por el Consejo Municipal de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes (Cmdnna) que funciona en la urbanización La Isabelica. Luis Vivas, su presidente, considera que los hechos de violencia infantil en la ciudad se ha incrementado considerablemente en los últimos meses. Así lo reseña El Carabobeño.
Vivas narró uno de los últimos casos atendidos por su despacho, el cual lo impresionó mucho.
Una mujer que vive en las Parcelas del Socorro, en la parroquia Miguel Peña, pasó 10 horas en una cola para comprar dos paquetes de harina de maíz precocida PAN. A llegar a su casa se puso a ordenar para luego comenzar a preparar la comida.
Sus 3 niños tomaron un paquete de harina, lo echaron en el piso y comenzaron a jugar pasando carritos por las carreteras que habían formado con el producto. Cuando su madre los vio, se enfureció de tal manera que decidió castigarlos de una forma increíble.
Mandó a los niños a extender sus manos. Puso a calentar una cuchara sobre la cocina y cuando estaba bien caliente, se la pegó uno a uno sobre la parte superior de las manos. Los vecinos escucharon los gritos desesperados de los pequeños y fueron a ver lo que pasaba.
Se quedaron horrorizados con lo que había ocurrido, por lo que decidieron denunciar el hecho ante el Consejo Municipal de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes. Los funcionarios actuaron de inmediato, llevaron a los pequeños a un centro de salud y luego fueron ubicados en un hogar sustituto. La madre fue puesta a la orden del Ministerio Público para ser procesada penalmente.
En la calle
Vivas también señaló que en los últimos meses ha aumentado la presencia de niños en la calle, bien sea pidiendo o vendiendo cualquier cosa. Por lo general son utilizados por sus madres para que se dediquen a esta actividad.
Estima que en toda la ciudad hay más de 70 menores de edad en esa situación. Por eso el despacho a su cargo está coordinando abordajes, de los cuales no quiso suministrar la hora ni la fecha en que lo harán, para que los pequeños no huyan.
El funcionario señaló que cualquier efectivo policial que observe niños en la calle, pidiendo o vendiendo, puede montarlos en las unidades y llevarlos al consejo de protección. Explicó que esto se puede hacer, porque los derechos de los niños y adolescentes son de orden público. Cualquier persona los puede abordar y llevarlos ante el Cmdnna.
Luis Vivas señaló que en el caso de los niños indígenas es más difícil, porque los abordan en la calle, los entregan a sus padres, y al otro día vuelven a la calle. La solución sería que se ejecute el proyecto de construcción de la Casa Abrigo Hijos de Valencia, que tendrá capacidad para albergar 60 niños, pero que el Concejo Municipal todavía no lo ha aprobado.