Un coche bomba que explotó en un mercado al aire libre en una zona chiíta de Bagdad el martes dejó al menos 28 muertos y unos 45 heridos, según las autoridades. Fue el más reciente de una ola de atentados lejos de los frentes en el norte y oeste del país donde las fuerzas del gobierno enfrentan al grupo Estado Islámico.
En principio nadie se hizo responsable del ataque, que sin embargo presentó todas las características del ISIS. De acuerdo con un agente de policía iraquí, la investigación inicial revela que la explosión en el barrio de Shaab provino de un auto cargado de explosivos estacionado cerca del mercado.
Un funcionario médico confirmó las cifras de víctimas. Ambos hablaron bajo la condición de no ser identificados por no estar autorizados a informar a la prensa.
Horas antes, operarios de una planta de gas natural situada al norte de Bagdad volvieron al trabajo dos días después de sufrir un ataque coordinado del grupo extremista Estado Islámico que causó 14 muertos, dijo un alto cargo del ministerio de Petróleo de Irak.
El ataque del domingo en la ciudad de Taji, a unos 20 kilómetros al norte de la capital iraquí, comenzó a primera hora de la mañana cuando un auto bomba se estrelló contra el acceso principal a las instalaciones. Luego, varios combatientes de la milicia radical entraron a la planta, donde se enfrentaron con fuerzas de seguridad durante horas antes de ser expulsados.
Entre los muertos había seis civiles y ocho miembros de las fuerzas de seguridad. Otros 27 soldados iraquíes resultaron heridos. Reseña El Nacional.