Una operación sencilla y rutinaria, como la limpieza de un fusil, desencadenó en pesadilla para los soldados que prestan servicio militar en el sur del estado Zulia, frontera con Colombia.
A una mujer soldado que manipulaba su arma reglamentaria se le escapó una ráfaga de fusil —a las 10:30 am de ayer— e hirió a cinco compañeros soldados, ayer a mediodía, en las instalaciones de un comando militar de frontera en el municipio Jesús María Semprum. Ella también resultó lesionada.
“Carolina Palmar, de 20 años, se disparó en la pierna derecha”, dijeron fuentes policiales del Sur del Lago.
“Disparó más de 30 veces”, dijeron efectivos militares sin revelar su identidad. “No sabemos por qué perdió el control del armamento”, explicaron.
Luis Fernández González, de 19 años, se llevó la peor parte. “Tiene una herida en el intercostal derecho, otra en el brazo y una en el fémur, también derechos. La bala que le ingresó en el abdomen le comprometió la columna”, informaron fuentes del Hospital General de Santa Bárbara del Zulia.
A ese centro asistencial fueron trasladados, Palmar, González, José Antonio Paredes (18) con heridas de bala en el brazo izquierdo, y otros tres soldados con heridas por roce de proyectiles.
Palmar y Fernández fueron remitidos, en una ambulancia del Ejército Venezolano, al Hospital Universitario de Los Andes (Hula), en Mérida.
“El suceso se produjo en una avanzada de frontera. Los heridos están adscritos al Batallón de Infantería 121 Socuavó-Machiques, acantonado en el Sur del Lago”, informaron funcionarios policiales.
“Desde la ubicación en la que estaban, lograron bajar en moto hasta Palmeras Diana, una siembra de palma aceitera en la carretera Machiques Colón. Desde allí fueron auxiliados y trasladados”, informaron policías en el hospital.
Otro accidente militar ocurrió, el pasado 31 de marzo, donde un sargento murió en la explosión de unos cañones en el Patrullero Oceánico 11, anclado en la Base Naval de Puerto Cabello. Reseña Panorama.