Trabajadores de Corpoelec, pertenecientes a siete estados del país, protestaron ayer frente a la sede de la empresa estatal, situada en la avenida Cedeño de Valencia, por la demora en la firma del contrato colectivo y la crisis eléctrica, reseña El Nacional.
Expresaron su desacuerdo con el racionamiento eléctrico. Denunciaron que la termoeléctrica Planta Centro, en Morón, estado Carabobo, no está produciendo energía eléctrica desde diciembre 2015.
Juan González, secretario del sindicato de Corpoelec en Aragua, dijo que si el gobierno hubiese invertido recursos en el mantenimiento de las termoeléctricas no habría que padecer los racionamientos, que afecta a 80% del país: “Desde diciembre del año pasado Planta Centro no está produciendo ni siquiera un kilovatio. Si tuviéramos las plantas termoeléctricas en funcionamiento, tengan la plena seguridad de que el pueblo venezolano no estaría sufriendo los racionamientos que padece”.
También solicitarán una investigación sobre las plantas de generación distribuida que compró Corpoelec, de las cuales ninguna está aportando al sistema eléctrico nacional. Calcula que durante la gestión de Argenis Chávez –en 2011 fue nombrado viceministro de Desarrollo Eléctrico del Ministerio de Energía Eléctrica– se adquirieron entre 200 y 300 de esas plantas.“Cada planta debería estar generando entre 20 y 25 megavatios”, afirmó.
“Nosotros, los trabajadores, garantizamos la continuidad del servicio porque somos los que compramos los repuestos e insumos y mantenemos los vehículos. Nos preocupa el racionamiento porque puede significar pérdidas de empleos. Por eso, estamos en desacuerdo y hacemos un llamado al ministro Luis Motta Domínguez para que verifique y constate los problemas que tenemos”.
Contrato justo. Abel Guzmán, secretario general del sindicato de Corpoelec en Carabobo, indicó que rechazan la pretensión de un grupo de sindicalistas de la empresa que quiere desmejorar la convención colectiva que ampararía a 5.000 trabajadores activos y jubilados, aproximadamente.
Dijo que intentan realizar una reingeniería que significará la pérdida de la progresividad de los derechos que obtuvieron con enormes esfuerzos. “Iremos al Tribunal Supremo de Justicia o a donde tengamos que ir”.
