El Gobierno de Nicolás Maduro no ha podido liquidar el liderazgo de Leopoldo López, a pesar de la condena a casi 14 años de prisión. El encierro injusto, del que este jueves se cumplen dos años, ha jugado a su favor: su popularidad ha subido por encima de la de otros políticos de la oposición, según diversos sondeos, publica abc.es .
El caraqueño Leopoldo López, de 44 años, es el líder venezolano más conocido internacionalmente. Ex presidentes de la región, de Parlamentos de Europa y América Latina, diversas personalidades y premios Nobel han pedido su liberación. Las redes sociales también se han sumado a los gestos de solidaridad y muestran estos días una imagen del líder opositor con la banda presidencial en el pecho, en alusión a una eventual investidura como máximo mandatario de Venezuela.
Pero, por ahora, la imagen real del preso político más mediático de Venezuela es la de un hombre con barba poblada, musculatura tonificada y crucifijo en el pecho. A veces López aparece subido en la ventana enrejada o en su minúscula celda de dos por tres metros enviando mensajes de vídeo grabados de forma clandestina.
Aislado
El exalcalde de Chacao (Caracas) no permanece quieto en su celda. Hace ejercicios y escribe. Cada vez que ha filtrado entrevistas, notas, mensajes, vídeos, cartas, artículos o su diario publicado en un blog, el régimen lo ha castigado quitándole la visita familiar y conyugal. Ha sido muy poco el tiempo que le han permitido compartir con su mujer, Lilian Tintori, y sus hijos, Manuela, de 6 años, y Leopoldo Santiago, de 3 años.
Sus carceleros no han cesado de torturarlo moralmente. Le decomisaron todo el material impreso que quedaba en la celda. Pero aun así logra filtrar papelitos que su equipo del partido Voluntad Popular arma después como un puzzle en el diario.
En las primeras páginas del diario describe el modo en que Nicolás Maduro y Diosdado Cabello lo engañaron al urdir una trampa para que se entregara a la Justicia el 18 de febrero de 2014 y culparlo de las 43 muertes que se produjeron después de la manifestación. López se entregó de forma voluntaria, confiando en que a los quince días, como máximo, saldría en libertad. Pero no fue así.
También fue una trampa su juicio. No se le permitió presentar testigos ni pruebas para demostrar su inocencia. Fue un proceso amañado, injusto y manipulado, según confesó arrepentido el fiscal Franklin Nieves tras fugarse a Miami.
Leopoldo López ha pagado cara su intención de impulsar el movimiento denominado «La salida» contra el presidente Nicolás Maduro hace dos años. «Si el encarcelamiento significó el despertar del pueblo», López ha manifestado sentirse satisfecho de haber impulsado las protestas.
El segundo aniversario es la excusa para emprender una campaña en todos los rincones de Venezuela, con el fin de reclamar la liberación de López y elcasi centenar de presos políticos. Voluntad Popular ha lanzado una movilización en la calle para apoyar el proyecto de ley de Amnistía y Reconciliación Nacional, que es posible que se apruebe la próxima semana en su segundo debate en el Parlamento.
ABC.es