“Hasta cuando seguiremos siendo castigados por el gobierno con estas colas que no se acaban nunca y no hacen nada para acabarlas”. Ese era el lamento de una ama de casa que este jueves, cerca del mediodía, pese a haber llegado a las cinco de la mañana, aún no había podido ingresar a un abasto en la calle 9 de La Mata, Cabudare, donde aspiraba conseguir unos paquetes de harina precocida de la marca amarilla, reseñó El Impulso.
Como ella eran cientos, mujeres y hombres, incluyendo de la tercera edad, que formaban filas bajo los intensos rayos solares, esperando que los guardias nacionales encargados de mantener el orden les permitieran entrar.
“Es que esos chinos abren cuando les da la gana, como si uno tuviera todo el día para comprar una harina para las arepas”, exclamaba otra que sólo dijo llamarse Inés.
Pese a algunos tumultos, la gente esperaba pacientemente recortada a la cerca, observando como algunas personas salían del negocio con su tesoro: una bolsa con tres paquetes de harina preocida, aunque no satisfechas del todo.
“Sólo nos venden tres paqueticos, que tienen que alcanzarnos para quince días cuando podemos volver a comprar”, alegaba una de ellas.
Aunque vieron descargar un camión con gran cantidad de bultos del elemento indispensable para las tradicionales arepas, en virtud a la gran cantidad de personas, muchos no tenían esperanzas de lograr su cometido.
El jueves, en la mayoría de los abastos de Cabudare, regentados por comerciantes asiáticos, no había colas, indicativo de la ausencia de artículos como harina precocida, azúcar, arroz, toallas sanitarias, papel, toalet y otros.
Mientras eso ocurría en Cabudare, en la avenida al este del centro comercial Las Trinitarias, en Barquisimeto, la cola se mantenía durante el mediodía, esperando ingresar al supermercado que allí funciona.
Temprano se corrió la voz de que había harina, azúcar, aceite y jabón de lavar.
“Ya se acabó el azúcar, aunque harina hay mucha todavía”, alentaba uno de los que salía con la bolsa contentiva de algunos productos.
También en ese lugar la vigilia comenzó en la madrugada, única manera de lograr adquirir los artículos incluidos en la lista de desabastecimiento que afecta al país.
Aunque no se veía ningún uniformado en la cola, ésta se mantenía en relativo orden.
En Arena Plaza, la cola era interminable a primera hora de las mañana, aunque fue acortándose rápidamente, aparentemente por haberse agotado algunos de los productos.
En el automercado allí existent el atractivo era el jabón de lavar, las pastas y la harina precocida, aunque no de la preferida, que también sirve para la elaboración de las arepas.
En algunas de las avenidas, los llamados “bachaqueros” vendían fósforos, otro artículo que había desaparecido y ahora, como por acto de magia, reapareció, pero no en los negocios establecidos sino en la vía pública, y a precios especulativos.
ElImpulso.com
donde esta jenrry falcon tanta paja que habla y que se lansara como presidente esta loco ramon eso no lo deviera permitir el no le inporta el pueblo igual que los demas ayudemos a la asamblea nacional para el cambio
las colas tienen que ser a pleno sol hasta que a ellos les de la gana