Si la liquidez monetaria actual se calcula a 6,30 bolívares por dólar, las reservas internacionales que la respalden correctamente deberían ser de 644 mil 80 millones de dólares
“En enero de 2008 había 24 billetes por habitante. Hoy circulan 300 billetes por habitantes”, una explicación de la firma Econométrica que resume los resultados de ocho años del Bolívar fuerte. En 2004, el desempeño era casi perfecto y las reservas internacionales respaldaban el 100 por ciento de la liquidez monetaria. Hoy, luego de mantener congelado por tres años el tipo de cambio preferencial, el respaldo es de 2,5 por ciento.
Así lo afirma Jesús Casique, director de la firma Capital Market Finance, quien sostiene que el hecho de que el incremento anualizado de la liquidez monetaria se haya duplicado, ubicándola en más de cuatro billones de bolívares hace que “la meta de inflación del Gobierno para 2016 de 60 por ciento sea algo totalmente absurdo”.
El economista asegura que si esa circulación se calcula al dólar preferencial de 6,30 bolívares se obtiene un resultado “ridículo”. Indicó que 644 mil 80 millones de dólares deberían ser las reservas internacionales del Banco Central de Venezuela. Pero que la realidad contrasta, pues el tesoro nacional tiene 15 mil 391 millones de dólares.
Las negociaciones secretas reportadas por The Wall Street Journal del ente emisor para encargar unos 10 mil millones de billetes, después de haber importado al menos cinco mil millones de billetes de países como Gran Bretaña, Canadá y Francia aumentan la alerta. Patricio Uracoa, economista, afirma en su cuenta en Twitter que el costo de producción de billetes en Estados Unidos es de entre cinco y 14 centavos de dólar. Una presunta comisión de 0,5 centavos de dólar por cada billete de 100 bolívares para el directorio del BCV arroja una respuesta al experto de por qué aún no se modifica el cono monetario venezolano.
Casique atribuye la falta de la medida al reconocimiento de los significativos incrementos de precios. “El costo de un billete de 100 es mayor a 100 bolívares”, afirma considerando el sentido de la urgencia de ajustar las denominaciones del papel moneda. Hace unos meses los economistas solicitaban la creación de un billete de 500 o de mil bolívares. En la espera de la acción, aumenta el valor de la más alta denominación que necesita el bolívar. “Ya deberíamos tener billetes de dos mil 500 o tres mil bolívares por los altos niveles de inflación. También habría que eliminar ciertas monedas”.
El costo para la población de mantener el billete de 100 bolívares como la mayor denominación -resalta- se traduce en inflación y pérdida de poder adquisitivo. Estima que solo en 2015, la pérdida de poder adquisitivo fue de 35 por ciento en términos reales.
Que el tipo de cambio preferencial se mantenga en 6,30 bolívares le parece “inviable”. Voces oficialistas lo reconocen, por lo que es posible que se estudie una reestructuración del sistema cambiario del país. Casique prevé una “minidevaluación” en la que ajustarán el dólar destinado para alimentos y medicinas a 50 o 60 bolívares. Pero, la medida podría no ser suficiente para enfrentar las distorsiones macroeconómicas del país: “Con eso no van a resolver el problema de fondo. La solución es la unificación cambiaria, desmontar el control de cambio”.