Entre los aliados del PSUV acarician la idea de suspender las elecciones de gobernadores y consejos legislativos que, por ley, deberían hacerse a fin de año. Por un lado, Vanguardia Bicentenaria Revolucionaria propone aprovechar este 2016 para llegar a un “acuerdo nacional” y el Movimiento Revolucionario Tupamaro plantea unir los comicios regionales con los municipales, así lo reseña El Nacional.
El diputado del VBR, Eustoquio Contreras, adujo que la crisis amerita no dispersar esfuerzos en una diatriba electoral, sino en la búsqueda de soluciones.
“El Polo Patriótico y todas sus fuerzas están en condiciones para ganar cualquier elección, prevista en la agenda constitucional, legal y administrativa, y las que se deriven por iniciativa de la oposición. Pero, a veces, las crisis políticas, económicas, sociales, morales no tienen respuestas electorales. De continuar la agenda de la confrontación, no hay condiciones de hacer 2 elecciones en los próximos 25 o 22 meses. Lo deseable sería unirlas para 2017. Eso se puede hacer constitucional, legal y administrativamente; lo que no se puede es cortar un periodo, pero sí alargarlo”, expresó.
Al preguntarle cuál es la salida dijo: “El liderazgo debe hacer un paréntesis en la confrontación electoral, que nos llevaría a una situación muy grave. La elección del 6D (de 2015) agravó la situación política. Las colas y la delincuencia aumentan y hay una oposición que no deja trabajar al gobierno. No hay condiciones para 2 elecciones en menos de 22 meses. Lo que está planteado es un gran consenso institucional”.
De no concretarse un acuerdo, el secretario general del VBR alertó: “El gobierno está obligado a estudiar cualquier mecanismo para mantener el orden interno. Si la oposición se empeña, atrincherada en la Asamblea, en estrangular la institucionalidad, la Presidencia de la República, con el apoyo del pueblo, tendrá que irse por las vías directas para garantizar la gobernabilidad del país y decretar un estado de excepción”.
El secretario general del MRT, José Pinto, es partidario de una “megaelección” en 2017 o 2018, debido al trabajo que tendrá el CNE con la renovación de los partidos, solicitada por el Tribunal Supremo de Justicia, que se llevaría más de 5 meses. “No hay capacidad técnica para una consulta popular, sea un revocatorio, una enmienda o una asamblea constituyente. Las elecciones regionales, legislativas y municipales deben ser el próximo año o en 2018”, afirmó Pinto, quien criticó la “hoja de la MUD” para salir del actual gobierno. “Maduro no renunciará”, aseguró.
En la Mesa de la Unidad Democrática, el Movimiento Progresista avala la suspensión de los comicios, aunque por una razón. “Para que el Consejo Nacional Electoral organice el referéndum revocatorio”, dijo el segundo vicepresidente de la Asamblea Nacional, Simón Calzadilla.