Un hombre que trabajaba como agente de seguridad en una central nuclear en Bélgica fue asesinado el jueves, según informa hoy el diario ‘La Dernière Heure’, que alerta sobre la posibilidad de que los responsables de ese acto sean terroristas.
El diario asegura que un agente de seguridad que iba acompañado de su perro fue asesinado a primera hora de la tarde del pasado jueves en Charleroi (sur de Bélgica), dos días después de los atentados de Bruselas. Aunque en un principio se dijo que su tarjeta, que da acceso a zonas sensibles de la central, había sido robada, la Fiscalía lo ha desmentido.
El mismo periódico informó esta semana de que los hermanos Ibrahim y Khalid El Bakraoui, dos de los autores suicidas de los atentados de Bruselas del martes en el aeropuerto y el metro, recuperaron hace algunos meses una cámara instalada delante del domicilio del director del programa de investigación y desarrollo nuclear belga.
Ello hace pensar que las centrales nucleares de Bélgica pudieron ser objetivo del plan original de los terroristas que atentaron el 22 de marzo en Bruselas, según el mismo diario.
Ese día, tras los atentados, las centrales nucleares de Doel y Tihange fueron evacuadas.Dos días después, las autoridades belgas retiraron los pases de entrada a la central nuclear de Tihange a varias personas y redujeron provisionalmente la plantilla, además de reforzar el dispositivo de seguridad con guardias privados, policías locales y federales y militares. Temían que los terroristas estuvieran conspirando para fabricar «una bomba sucia», según publica ‘Le Monde’. Un artefacto pensado para esparcir material radiactivo sobre la población.