La escasez de medicamentos en Venezuela sigue siendo una tragedia visible en farmacias y hospitales, semanas después de que el Parlamento declarara una “crisis humanitaria de salud” que, entre otras cosas, se manifiesta en la falta de disponibilidad de 872 fármacos esenciales.
Enfermos de cáncer, portadores del VIH, hipertensos y diabéticos, entre otros, deben peregrinar por las farmacias de todo el país en busca del tratamiento farmacológico que requieren para sobrevivir, conseguir que se lo envíen de otro país o caer en el mercado ilegal.
La Federación Farmacéutica de Venezuela respalda al Parlamento al asegurar que el país vive una “crisis humanitaria” debido al desabastecimiento de medicamentos, que estima en un 80 por ciento.
Efrén Freay, instructor de baile de 37 años sufre de aplasia medular, una enfermedad que afecta la médula ósea y puede degenerar en leucemia.
Después de que recibiera un trasplante de médula ósea hace más de un año, el instructor requiere de un tratamiento que incluye varios medicamentos que debe consumir de por vida, que cada día se le hace más difícil conseguir y que, cuando los obtiene, es a un costo exorbitante.
“Yo soy un paciente trasplantado, yo tengo un control, el monstruo está ahí, está dormido, pero no puedo dejarlo despertar, y la falta de medicamentos ha hecho una descompensación que cada día se va acelerando más”, indicó a Efe Freay, quien en los últimos días consiguió parte del tratamiento a través de las redes sociales.
Necesita tomar un fármaco para evitar la inflación celular que cuesta unos 48 dólares, 480 bolívares al cambio oficial de 10 bolívares por dólar que se destina para los medicamentos en el marco del control de cambio.
Pero el asunto es que no se consigue en ninguna farmacia, por ello recurre al mercado ilegal, donde se lo venden sin caja y sin conocer su procedencia o fecha de vencimiento a 30.000 bolívares (más del salario mínimo, situado en 24.720 bolívares o cerca de 100 dólares al cambio oficial más alto)
En enero pasado, cuando el Parlamento declaró la emergencia humanitaria en salud, el ciudadano Richard Medina tuvo un derecho de palabra en la sesión ordinaria y aseguró que su hijo de tres años había muerto recientemente “por falta de un medicamento” contra el cáncer.
“Dejen de lado los partidos políticos, porque mi hijo de tres años nunca eligió a nadie, no tuvo la oportunidad por falta de un medicamento”, dijo Medina entonces.
En el Hospital Universitario de Caracas de la Universidad Central de Venezuela (HUC-UCV) reciben a muchas personas que no fueron aceptadas en otras instituciones públicas de salud y que rechazaron, según los pacientes, porque no tienen materiales ni medicamentos para atenderlos.
Aún así en el HUC, muchos pacientes y sus familiares dijeron a Efe que deben salir a rebuscar por todos lados buena parte del tratamiento indicado para sus dolencias, porque en el hospital no hay, y tampoco se consigue en las farmacias.
A las puertas del hospital, los familiares se intercambian ansiosos información entre ellos para recabar pistas sobre la forma de conseguir el deseado remedio.
Luisa Ochoa, de 80 años, hospitalizada en esta institución desde hacía cuatro días por causa de un Accidente Cerebro Vascular (ACV), necesita medicamentos para la tensión.
“Antes de que le diera el ACV a mi mamá, ella tomaba unos (fármacos para la tensión) y teníamos cualquier cantidad de tiempo buscándolos. De hecho, el ACV le sobrevino por no conseguir los medicamentos”, afirmó a Efe Inés Merentes, hija de la paciente.
La Federación Médica de Venezuela aseguró este miércoles que los médicos del país tratan de asistir a los pacientes con un 5 por ciento de materiales médicos, incluyendo medicamentos.
La llamada Red Venezolana de Gente Positiva RVG+ en la que se encuentran inscritas 61.686 personas que portan el virus del sida, denunció a principios de mes que las vidas de estos ciudadanos están amenazadas porque “los 30 tipos de medicamentos antirretrovirales disponibles en Venezuela se agotarán” en junio.
El diputado opositor José Manuel Olivares aseguró la semana pasada que en el país “no hay” medicamentos para tratar el cáncer, la diabetes, la tensión, las convulsiones o el Parkinson, así como tampoco pastillas anticonceptivas, analgésicos y antipiréticos, entre otros.
Un día antes de la declaración de Olivares, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, anunció la firma de un convenio con Cuba por el que La Habana se compromete a suministrar medicamentos a Venezuela “para resolver el grave problema” de la escasez de fármacos que sufre el país.
“Cuba se suma con este plan al motor farmacéutico de la agenda económica bolivariana para unirnos en calidad, con buenos precios, con seguridad”, dijo Maduro entonces.
La bancada parlamentaria chavista asumió en el pleno de la Cámara que existe un grave problema de falta de medicamentos, pero se negó a respaldar un proyecto de “Ley especial para atender la crisis humanitaria en salud” al señalar que la frase “crisis humanitaria” invita a una “posible intervención extranjera”.