La situación financiera de los venezolanos sufre cambios importantes constantemente. Un billete de 100 bolívares para el momento del lanzamiento de la reconversión monetaria en 2008 podía pagar los mismo que dos mil 938,20 bolívares actuales. Los cinco mil 622,40 bolívares que le correspondían a los empleados como salario mínimo para febrero del año pasado tienen el mismo poder de compra que 18 mil 558,68 bolívares de este año.
Hoy el salario mínimo es de 11 mil 577,82 bolívares, lo que representa un incremento de 80 por ciento, pero los precios de los artículos de primera necesidad son cada vez más inalcanzables para la población. Según la calculadora de inflación de la firma Econométrica, esta cantidad de dinero es equivalente a tres mil 507,53 bolívares del mismo período el año pasado. Reseñó La Verdad.
De acuerdo con el Centro de Documentación de Análisis Social (Cendas), la canasta básica familiar para este febrero tenía un precio de 121 mil 975,47 bolívares, por lo que se requerirían 10,5 salarios mínimos para adquirirla. El año pasado -según el mismo organismo- el precio de la canasta básica era de 33 mil 759,96 bolívares y se necesitaban seis remuneraciones mínimas para cubrir el gasto familiar.
Estos números, de acuerdo con Gustavo Machado, profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de LUZ, “representan bien la pérdida del poder adquisitivo de la moneda nacional”. Expresan también la necesidad de incorporar nuevas piezas a la familia de billetes y monedas. Hace un mes Nelson Merentes, presidente del BCV, confirmó que el ente emitiría billetes de 500 y mil bolívares para facilitar las transacciones en un país que acumula tres años encabezando la lista de las mayores inflaciones del mundo.
Sobre el aumento de precios al consumidor de este año aún no hay cifras oficiales por parte del Banco Central de Venezuela (BCV), solo pronósticos de instituciones financieras internacionales como el Fondo Monetario Internacional, que prevé que la cifra alcance más de 720 por ciento para finales de este año.
Como consecuencia de la escasez, los canales informales cobran más importancia, lo que acarrea un mayor deterioro en el poder adquisitivo de los venezolanos, explica el economista. Las propias cifras oficiales para finales de 2015 apuntaban que los precios se habrían multiplicado más de 23 veces en comparación con el año 2007, señala el experto.
Rechazo
Gustavo Machado, economista, crítica la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia, que rechaza la reforma de la Ley del BCV aprobada por la Asamblea Nacional. De acuerdo con el economista, es vital que se paralice la impresión de dinero para el financiamiento de empresas estatales. Además, considera clave que se mantenga una relación de armonía con el sector privado. “Lamentablemente estos dos objetivos no se pueden lograr mientras estén vigentes la reforma de la Ley del BCV del año pasado y el decreto de emergencia económica”.
INFORMACIÓN SN