De acuerdo al jefe de la alianza opositora, Jesús “Chúo” Torrealba, el presidente Nicolás Maduro, “no puede renunciar” porque “no se manda a sí mismo”, y ha decidido que no habrá una “solución política” a la crisis sino un “desenlace”, así lo reseña la agencia de noticias EFE.
“La conducta más lógica e inteligente de Maduro sería la renuncia”, pero “no puede renunciar, porque esa decisión no está en sus manos. Él no se manda a sí mismo”, dijo en un análisis de coyuntura el secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad (MUD), alianza que aglutina a la mayoría de partidos opositores.
Torrealba opina que Maduro obedece “a dos jefes, igualmente implacables”: “las mafias” internas y “la feroz égida de los Castro” en Cuba, que en este caso lo necesitan para poder convertir “la ‘apertura’ en un nuevo negocio de la dictadura y no en una rendición incondicional”.
Maduro, añade el dirigente opositor venezolano, “es consciente de que cualquier solución política a la crisis actual pasa por que él salga del poder”, pero “él decidió entonces que no haya ‘solución política’ sino desenlace’”.
Desde el punto de vista de las finanzas estatales, Torrealba asegura que el gobernante también está consciente de que su Gobierno “no tiene como terminar este año”.
“Sabe que si tuviésemos un barril de petróleo a 30 dólares (que no lo tenemos), tendríamos ingresos totales por el orden de 34.000 millones de dólares”, pero debe gastar 36.000 millones “si este año importáramos apenas un tercio de lo que importamos el año pasado en materia de alimentos y medicinas”.
No tiene recursos para cumplir compromisos de pago de capital e intereses de la deuda exterior, cuyo monto total calculó en más de 300.000 millones de dólares.
En 2016 corresponde pagar a los acreedores 16.000 millones de dólares, “cifra superior a nuestras reservas internacionales”, estimadas “en forma optimista” en 15.400 millones, alertó.
Es decir, “desde el punto de vista meramente contable este Gobierno no tiene cómo llegar a diciembre y eso Maduro lo sabe”.
“También sabe Maduro que (si no ocurre en el camino una ‘convulsión’ que lo salve) este año le espera una nueva y definitiva derrota política” en las elecciones de gobernadores provinciales que probablemente se celebrarán en diciembre.
El Gobierno podría perder “entre 16 y 19 gobernaciones” y “probablemente las pierda todas”, alertó Torrealba.
“Eso lo sabe Maduro, y sabe también que los escombros de su Gobierno no resistirían”tener en su contra los gobiernos regionales luego de que en diciembre pasado perdiera el control del Parlamento, debido a que sus opositores cosecharon en las legislativas de hace dos meses 112 curules y solo 55 las fuerzas oficialistas.
En síntesis, remató Torrealba, “Maduro ha optado por un camino irresponsable y peligroso: el camino de la provocación (…), pero como para pelear hacen falta dos (…), entonces necesita arrastrar al país al caos” y así intentar “abortar la construcción de una solución pacífica y constitucional a la crisis”.