Las autoridades del puerto de Génova, en el noroeste de Italia, decretaron el estado de emergencia a causa de las toneladas de petróleo que amenazan con expandirse por la costa mediterránea de la Riviera italiana.
El petróleo procede de una refinería de la región que registró una fuga en uno de sus oleoductos el pasado domingo. Los servicios de socorro construyeron rápidamente un dique provisional para impedir que el petróleo se expandiera y comenzaron a absorberlo hasta que, el viernes por la noche, las fuertes lluvias lo destruyeron.
“La situación es complicada, no sabemos qué cantidad de petróleo podría llegar hasta el mar”, declaró a la prensa un responsable de protección civil local, Gianni Crivello.
Ya hay petróleo en el mar, aunque este provenga probablemente “de las primeras horas del accidente en la refinería de Iplom”, antes de que se construyera el dique, explicó el alcalde de Génova, Marco Doria, afirmando que se estaba haciendo todo lo posible para tratar de contener el combustible.
Génova está situada en el centro de la Riviera italiana, cerca de conocidas estaciones balnearias como Portofino y de varias reservas naturales, incluida la región de Cinque Terre.